Superando la vergüenza y el miedo sexual en el matrimonio

by | Apr 24, 2025

A lo largo de los años trabajando en este ministerio, he aprendido que hay muchos hombres y mujeres cristianos que se sienten incómodos con su sexualidad, tienen miedo a la intimidad o sienten vergüenza al hablar sobre el sexo. Hay muchas razones posibles para esto. Pocos de nosotros hemos tenido experiencias saludables hablando sobre el sexo, y aún menos de nosotros hemos recibido una educación sexual sana. A esto se le suma el impacto negativo de la cultura de la pureza y el posible trauma sexual, y no es de extrañar que las parejas lleguen al matrimonio experimentando vergüenza y miedo en lo que respecta al sexo y al placer sexual.

Si esto te afecta, ten ánimo: esta es una lucha común entre las parejas cristianas. Los sentimientos de vergüenza sexual son normales, y si creciste en una tradición eclesiástica que estigmatizaba o ignoraba la sexualidad, es aún menos probable que hayas desarrollado una perspectiva positiva sobre el sexo la cual honre a Dios. No estás solo en tu experiencia, y hay cosas que puedes hacer para avanzar mientras abrazas el diseño de Dios y Su perspectiva sobre la sexualidad en el matrimonio.

 

Barreras emocionales y obstáculos psicológicos

Piensa en ti mismo como una esponja. Desde el día en que naciste, todas tus experiencias y narrativas sobre la sexualidad han sido vertidas sobre ti como un flujo constante de agua. Cuanto más has visto, oído y experimentado, más has absorbido. Tus pensamientos y sentimientos sobre la sexualidad han sido moldeados por tus experiencias pasadas.

 

¿Cómo contribuyen las experiencias pasadas a la vergüenza y el miedo en la intimidad matrimonial?

María, de 15 años, escucha a escondidas una conversación entre su madre y las amigas de la iglesia. Están hablando negativamente sobre una mujer de la congregación que, según ellas, usa demasiado maquillaje y es “demasiado amigable” con los hombres.

Judd, de 10 años, es introducido a la pornografía por un amigo de la escuela que le enseña a buscarla en su celular. Más tarde, su papá lo descubre viendo pornografía; intercambian miradas en silencio entre ellos y su papá le confisca el celular por una semana.

Tim y Sarah, una pareja joven, se sientan incómodamente uno junto al otro en la iglesia mientras el pastor habla de su “atractiva esposa” y de cómo tienen sexo todo el tiempo. Sarah se seca las lágrimas cuando lo oye hablar del sexo como un deber, y Tim guarda ese “consejo” para esa noche, sabiendo que Sarah probablemente dirá que tiene dolor de cabeza.

Cada una de estas experiencias deja una huella. María siente que es pecaminoso intentar verse atractiva o tener confianza con los hombres. Judd asocia el placer con la vergüenza. Sarah se siente obligada a tener relaciones sexuales. Tim siente que el sexo es un derecho.

Para poder enfrentar la vergüenza y el miedo que experimentas en la intimidad matrimonial, necesitas comenzar por entender las influencias culturales, religiosas, familiares o personales que han contribuido a tus sentimientos. Durante mucho tiempo, yo creí que el placer sexual era un regalo para mi esposo, y que mi rol era ser una “esposa obediente”. Formé esta creencia tras años de escuchar enseñanzas en la iglesia, hablar con otras personas y observar la dinámica de otras parejas. Me ha tomado tiempo entender que esto no refleja el plan de Dios para el sexo en el matrimonio.

¿Hay conversaciones o momentos específicos que recuerdas claramente y que han influido en tu forma de pensar sobre la sexualidad? ¿Cómo te han influenciado las experiencias sexuales de otros? ¿Qué te enseñaron en la iglesia?

Comenzar aquí te permite ver lo que has absorbido para que puedas compararlo con la Palabra de Dios.

 

Consejos para superar traumas del pasado y mejorar la intimidad sexual en el matrimonio

Más allá de las influencias, hay muchos hombres y mujeres que tristemente han experimentado lo opuesto al diseño de Dios para la sexualidad, no solo fuera del matrimonio, sino también dentro de él. Mi corazón se conmueve por el hombre o la mujer que ha vivido esta experiencia dolorosa.

El abuso y el trauma no deben ser minimizados ni ignorados. Si esta es tu historia, asegúrate de que tu cónyuge sepa lo que te pasó. Hablar de estos traumas puede ser emocionalmente abrumador y doloroso, pero te animo a que no ignores el dolor y a que tampoco intentes seguir adelante como si nada. Ábrele tu corazón a Dios, el Sanador por excelencia, y permite que Él haga Su obra sanadora.

También puede ser necesario que busques a un terapeuta sexual especializado en trauma, que pueda ayudarte a separar lo que experimentaste sexualmente de lo que Dios ha diseñado para ti.

Si tu cónyuge ha experimentado trauma sexual, aprende a ser paciente y compasivo. Comprende que se necesita mucho valor para buscar ayuda en un área de la vida marcada por la vergüenza y el dolor, y que estos eventos pueden tener un impacto negativo profundo. No apresures a tu pareja a tener actividad sexual. Sé su compañero en el proceso de sanidad, construyendo intimidad emocional y confianza.

 

Factores adicionales que conducen a la vergüenza sexual

A veces, la vergüenza en torno al sexo y al placer sexual no proviene del pecado de otros contra nosotros, sino de nuestros propios pecados y fallas. Hay muchos hombres y mujeres que, como Judd, desde una edad temprana han conectado el sexo con el pecado y la vergüenza. También están aquellos que sienten vergüenza por pecados ocultos o no tratados, como el uso de pornografía o relaciones sexuales fuera del matrimonio.

La vergüenza a veces nos dice la verdad: que hay pecado entre nosotros y Dios. Si este es tu caso, la gracia de Dios puede cubrirte y perdonar tu pecado. No estás demasiado lejos como para experimentar la bondad, redención y restauración de Dios en tu vida. La Biblia nos dice que si andamos en la luz, como Dios está en la luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesús nos limpia de todo pecado (1 Juan 1:5–7). También dice que cuando confesamos nuestros pecados unos a otros, somos sanados (Santiago 5:16). Trae tu pecado a la luz y, en comunión con otros creyentes, permite que Dios sane tu corazón, renueve tu mente y te libere de patrones destructivos de pecado en tu vida.

 

¿Cómo pueden las parejas trabajar juntas para superar la vergüenza y el miedo en su relación sexual?

Acostúmbrense a hablar sobre el sexo. Cada desafío sexual dentro del matrimonio es una oportunidad para construir una conexión más íntima. Esto no se trata solo de desarrollar estrategias de comunicación, sino también de cultivar una relación sana y positiva con la sexualidad. La Biblia es su terreno común, así que pueden usarla como una herramienta para construir confianza y combatir los problemas de intimidad.

Aquí hay cuatro verdades bíblicas sobre el sexo:

  1. La intimidad sexual entre un esposo y una esposa cristianos debe verse como un intercambio mutuo de regalos. Es una manera profunda en la que un hombre y una mujer dicen con sus cuerpos: “Me entrego por completo a ti” (1 Corintios 7:3–5).
  2. El sexo entre un esposo y una esposa se trata de dar, no de tomar (1 Corintios 7:3–5).
  3. El placer sexual en el matrimonio no es sucio. Es un regalo maravilloso dado por Dios. Al esposo se le dice que se deleite siempre en el amor sexual de su esposa, y a la esposa se le llama a hacer lo mismo (Proverbios 5:18–20).
  4. Dios creó el sexo para que tanto el esposo como la esposa lo disfruten. Su diseño para la intimidad sexual es que el sexo placentero y mutuamente satisfactorio sea una búsqueda digna para ambos (Cantar de los Cantares).

Estudien la Palabra de Dios juntos y háganlo parte de este proceso mientras buscan comprender Su corazón para la sexualidad y una vida sexual matrimonial saludable y placentera. Lean libros juntos, como Dios, el Sexo y Tu Matrimonio, Una Celebración del Sexo de Doug Roseneau, y Restaurando el Placer de Cliff y Joyce Penner. Regálense una educación sexual nueva, sana y santa, que los capacite para hablar sobre el sexo, que elimine la vergüenza y que transforme el la actividad sexual en una verdadera intimidad sexual.

No te conformes con la vergüenza y el miedo en cuanto al sexo en tu matrimonio. Reconoce las raíces de tu miedo, aborda tus creencias negativas sobre el sexo y reeduca tu mente para cultivar una comprensión sana de la sexualidad. Al otro lado te esperan conexión, gozo y placer.

Recursos adicionales:

Java con Juli: #550 Qué hacer cuando el sexo es doloroso (inglés)
Java con Juli: #552 Cuando deseas sexo más que tu esposo (inglés)
Java con Juli: #554 Sexo y el cuerpo femenino: Cómo cambiar la vergüenza por celebración (inglés)