Yo solía ver pornografía, y liberarme de ese hábito no fue cosa fácil. Pero ¿sabes qué? Dios me liberó, y quiero compartir cinco cosas que me ayudaron.
Seamos honestos, superar una adicción no es algo rápido ni sencillo. Si alguna vez pediste ayuda, tal vez te dieron consejos como “Solo deja de ver pornografía.” A mí también me dijeron eso, y no ayuda. Incluso si logramos reunir fuerzas para dejar atrás un comportamiento, si no llegamos a la raíz del problema, terminamos buscando otro comportamiento para reemplazarlo. Por ejemplo, he visto a muchas mujeres dejar de ver pornografía, pero ahora tienen problemas con atracones de comida. Solo cambiaron un hábito por otro.
La adicción a la pornografía tiene muchos efectos negativos, y estás en el lugar correcto para comenzar tu camino de sanidad. Si te estás preguntando, “¿Qué pasos debo seguir si soy adicta a la pornografía?”, ¡oro para que esto te dé un punto de partida!
Aquí hay cinco cosas que realmente hicieron una diferencia en mi vida…
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#1 Busca intimidad con Dios.
No tienes un problema con la pornografía; tienes un problema de intimidad.
Cuanto más conocemos a Dios, más deseamos obedecerle. Cuanto más lo amamos, menos anhelamos la pornografía. Jesús es la solución a nuestros problemas—Él satisface nuestra profunda necesidad de intimidad. Pero debido a los elementos adictivos del pecado sexual, puede tomar tiempo morir a nuestras pasiones y cultivar el fruto del Espíritu Santo.
Tal vez te has preguntado: “¿De verdad Jesús puede llenar mis anhelos y deseos de intimidad?” Yo también me hice esa pregunta. Y creí la mentira de que la pornografía satisfacía mis deseos mejor que Jesús. La pornografía muestra una intimidad falsa, mientras que Dios y la comunidad proveen intimidad auténtica. La pornografía es un atajo que alimenta un placer artificial y antinatural.
#2 Descubre tus detonantes.
Primero debes identificar tus detonantes, y luego crear un plan sobre cómo responderás a ellos. Cuando tengas el deseo de ver pornografía, haz una pausa y pregúntate: “¿Qué situación, emoción, recuerdo, etc. está provocando este deseo?”
En lugar de ver los detonantes como algo negativo, puede ser útil verlos como luces o señales de advertencia en el tablero de tu corazón. Ser “detonadas” nos recuerda que hay una necesidad: de consuelo, sanidad, amor o seguridad. En lugar de simplemente resistir la tentación e ignorar los detonantes, Dios quiere que le entreguemos nuestro dolor, soledad y ansiedad.
Una forma útil de recordar cómo lidiar con los detonantes es a través del acrónimo HALT (que significa detente). HALT en inglés significa: Hungry, Angry, Lonely, Tired; hambriento, enojado, solo y cansado. Estos son cuatro sentimientos físicos comunes. Sin embargo, cuando estás experimentando una de estas necesidades legítimas, es más probable que recurras a la pornografía.
Cuando sientas la tentación, pregúntate: ¿Tengo hambre, estoy enojada, sola o cansada? Luego considera cada uno y piensa en formas saludables de suplir esa necesidad.
- Hambre: ¿Qué snack saludable puedes comer?
- Enojo: ¿Por qué estás enojada? ¿A quién necesitas perdonar? Tal vez estás enojada con Dios por no haberte quitado esta lucha. ¿Puedes escribir tus emociones en un diario?
- Soledad: ¿A qué amiga puedes llamar? ¿Puedes planear tomarte un café con alguien mañana?
- Cansancio: ¿Puedes tomar una siesta o salir a caminar? A veces simplemente estamos aburridas.
#3 Descubre el problema de raíz.
Muchas veces se recurre a la pornografía para escapar o adormecer el dolor y el trauma. En mi caso, ver pornografía comenzó como curiosidad, y rápidamente se convirtió en un mecanismo de defensa cuando me sentía triste o sola. Como nunca escuché a nadie hablar de la pornografía como un problema, especialmente en mujeres, pensé: “¿Cuál es el problema? Al menos no estoy acostándome con nadie.” La pornografía se convirtió en mi forma de sobrellevar problemas más profundos y necesidades no satisfechas.
La vida real es difícil, y probablemente hayas vivido algún tipo de sufrimiento o duelo. Tal vez tuviste conflictos familiares que te enseñaron relaciones poco saludables. Tal vez experimentaste abandono, negligencia emocional, abuso, trauma, entre otros. Todos estos factores pueden estar relacionados con tu lucha actual.
Los problemas de raíz son las razones profundas detrás de tus reacciones a los detonantes. Los detonantes ocurren en el presente, pero los problemas de raíz vienen del pasado. Por ejemplo, Kara sale de una fiesta y sabe que al llegar a casa verá pornografía. No entiende por qué se siente tan sola incluso rodeada de gente. La soledad fue el detonante que la llevó a ver pornografía.
Le pregunté a Kara cuándo empezó a sentir esa soledad. Ella mencionó que, después del divorcio conflictivo de sus padres, la soledad comenzó a invadirla, incluso estando acompañada. Kara se dio cuenta de que tenía un trauma no resuelto que necesitaba procesar con una terapeuta.
#4 Comprende el impacto de la pornografía en tu cerebro.
La adicción a la pornografía tiene muchos efectos negativos, pero uno de los más difíciles de revertir es cómo la pornografía reconfigura tu cerebro. El pecado sexual no solo es adictivo, sino que daña tu mente. Redirecciona tus rutas neuronales y te vincula a las imágenes, porque Dios te creó para la intimidad.
Cuando tienes relaciones sexuales o te masturbas viendo pornografía, tu cuerpo libera químicos placenteros como endorfinas, oxitocina y serotonina. Dios diseñó esta liberación para fortalecer el vínculo entre esposo y esposa. Con el tiempo, una pareja aprende a buscar consuelo y placer a través de la conexión mutua. Muchos han aprendido a usar el sexo o la masturbación como una forma de automedicarse. La tentación sexual tiene menos que ver con el deseo de tener sexo y más con querer escapar de la ansiedad, el estrés o la depresión.
Uno de los movimientos más conocidos contra la pornografía se llama *Fight the New Drug* (Combate la nueva droga), que nos recuerda que el sexo puede usarse como una droga, ya que secuestra los centros de placer del cerebro. Entonces, te vuelves dependiente de esta “droga” para enfrentar los desafíos de la vida o incluso para relajarte o dormir. Pero esta no es la forma en la que Dios quiere que usemos el regalo del sexo, estemos casados o no.
#5 No enfrentes esto sola.
Únete a un grupo de apoyo o busca terapia para la adicción a la pornografía. Como se mencionó antes, la pornografía suele utilizarse para afrontar sentimientos como la ansiedad o la depresión (los cuales a menudo requieren tratamiento profesional para sanar).
También puedes buscar una comunidad cristiana para acompañarte en este proceso. ¿Estás involucrada activamente en una iglesia local? Si no, busca una donde puedas servir y unirte a un grupo pequeño o estudio bíblico. No podemos caminar en libertad si estamos aisladas. Este también es un buen lugar para encontrar una mentora cristiana o una amiga de rendición de cuentas. Ora y considera pedirle a alguien que te pregunte regularmente sobre tu lucha. Hay poder en sacar nuestros pecados a la luz mediante la confesión.
¿Dónde puedo encontrar apoyo para superar una adicción a la pornografía?
Unirte a un grupo de apoyo, estudio bíblico o grupo comunitario puede ayudarte en este camino. En Authentic Intimacy, ofrecemos grupos de estudio en línea (OBS: Online Book Studies) varias veces al año para ayudarte a buscar sanidad y libertad en comunidad. Aprende más sobre ellos aquí.
¿Cómo encuentro una terapeuta cristiana para la adicción a la pornografía?
También puedes buscar tratamiento con una terapeuta sexual cristiana certificada. Recomiendo terapeutas que forman parte del Institute of Sexual Wholeness(encuentra una terapeuta aquí). Como cristiana, cuando busques ayuda profesional, procura encontrar a alguien que sea especialista en adicción sexual y que también comparta tu fe.
En el proceso de superar la adicción a la pornografía, es crucial recordar que la transformación no es instantánea; es un proceso gradual de rendición y dependencia de Dios. Mientras enfrentamos los desafíos de la adicción, debemos reconocer los problemas subyacentes y renovar nuestra mente para alejarnos de patrones destructivos.
Buscar intimidad con Dios ilumina el camino hacia una satisfacción verdadera, revelando que nuestros anhelos más profundos se encuentran en Él.
Recuerda: no estás sola en esta batalla. Ya sea a través de grupos de apoyo, terapia o comunidad bíblica, hay recursos disponibles para guiarte hacia la libertad y restauración. Al caminar juntas en este proceso, confiemos en la fuerza de Dios, sabiendo que Él es fiel para traer sanidad y renovación a cada área rota de nuestras vidas.
Partes de este blog provienen del libro próximo a publicarse de la Dra. Juli Slattery y la Dra. Joy Skarka, *Her Freedom Journey: A Guide Out of Porn and Shame to Authentic Intimacy*.
Java with Juli: AI & Porn: The Attachment Crisis No One Sees Coming, #566
*George N. Collins, Breaking the Cycle: Free Yourself from Sex Addiction, Porn Obsession, and Shame (Oakland: New Harbinger Publications, 2011), 168.
**Recomiendo el sitio https://fightthenewdrug.org/ y el libro Hooked: The Brain Science on How Casual Sex Affects Human Development si deseas profundizar en este tema.**